IA / ONG

IA y ética en el Tercer Sector

La inteligencia artificial (IA) está transformando todos los sectores de nuestra sociedad, incluido el ámbito de las organizaciones no gubernamentales. Las ONG españolas se encuentran ante la oportunidad de aprovechar estas tecnologías para amplificar su impacto social, pero también deben navegar cuidadosamente los dilemas éticos que plantean.

Este artículo ofrece una visión resumida sobre las oportunidades y los riesgos éticos que presenta la IA para las ONG españolas, proporcionando un marco de referencia que ayude a las organizaciones del tercer sector a implementar estas tecnologías de manera ética y alineada con sus valores fundamentales.

El Contexto de las ONG en España

Un sector con gran Impacto Social

El tercer sector en España constituye una fuerza vital para la cohesión social. Según el Barómetro del Tercer Sector de Acción Social en España 2024, las ONG españolas realizaron 47 millones de intervenciones en 2023, emplean a más de 600.000 personas (el 70% mujeres), y cuentan con cerca de 1,5 millones de personas voluntarias. En términos económicos, la actuación del Tercer Sector representa el 1,44% del PIB español.

Características y desafíos del sector

El sector de ONG en España presenta características particulares:

  • Fragmentación y atomización: Alta presencia de entidades pequeñas que actúan principalmente en el ámbito local.
  • Diversificación de financiación: Búsqueda constante de nuevas formas de financiación para no depender únicamente de fondos públicos.
  • Alta feminización: Las mujeres representan el 60% de los órganos de gobierno.
  • Incremento del voluntariado: Aumento significativo tras la pandemia, con crecimiento notable de voluntariado ocasional.
  • Cooperación entre entidades: Formación de redes que refuerzan la capacidad transformadora.
  • Retos de convivencia intergeneracional: La presencia de jóvenes no es mayoritaria y suelen ocupar puestos sin responsabilidad.

La transformación digital en el Tercer Sector Español

La transformación digital avanza a un ritmo desigual. Los principales obstáculos para la adopción de IA incluyen:

  • Falta de datos de calidad: Información dispersa en diferentes sistemas o en formato papel.
  • Limitaciones de recursos: La inversión en tecnología compite con necesidades inmediatas.
  • Brecha de habilidades digitales: Carencia de personal con competencias necesarias.
  • Preocupaciones éticas: Sensibilidad a riesgos como privacidad de datos o sesgos algorítmicos.

La pandemia de COVID-19 actuó como catalizador para la digitalización del sector, obligando a muchas organizaciones a adoptar herramientas digitales para continuar su labor.

Principios Éticos Fundamentales para la IA en ONG

1. Primacía de la Dignidad Humana

La tecnología debe estar siempre al servicio de las personas. Cualquier sistema de IA implementado por una ONG debe respetar y promover la dignidad inherente a cada ser humano, especialmente de aquellos en situación de vulnerabilidad.

2. Justicia y No Discriminación

Los sistemas de IA deben diseñarse e implementarse de manera que promuevan la equidad y no reproduzcan o amplifiquen desigualdades existentes. Esto implica un compromiso activo con la identificación y mitigación de sesgos.

3. Transparencia y Explicabilidad

Las decisiones tomadas o apoyadas por sistemas de IA deben ser comprensibles y explicables, especialmente cuando afectan directamente a personas. Las «cajas negras» algorítmicas son incompatibles con la rendición de cuentas que caracteriza al tercer sector.

4. Privacidad y Protección de Datos

La información personal, especialmente de colectivos vulnerables, debe protegerse con los más altos estándares de seguridad y confidencialidad, yendo más allá del mero cumplimiento legal para adoptar un enfoque ético de la privacidad.

5. Supervisión Humana Significativa

Ningún sistema de IA debe operar de manera completamente autónoma en contextos sociales críticos. La supervisión humana debe ser significativa, no meramente formal, con capacidad real de intervención y corrección.

Recomendaciones Prácticas para ONG

Evaluación de Necesidades y Oportunidades

1. Realizar un diagnóstico tecnológico inicial

Antes de implementar cualquier solución de IA, las ONGs deben realizar un diagnóstico honesto de su situación tecnológica actual, identificando procesos que podrían beneficiarse de la automatización, calidad de datos existentes, capacidades técnicas internas y recursos disponibles.

2. Priorizar proyectos de alto impacto y bajo riesgo

Las ONG con recursos limitados deben comenzar por proyectos que aborden necesidades claramente identificadas, tengan un potencial de impacto significativo y medible, presenten riesgos éticos manejables y requieran una inversión inicial razonable.

3. Realizar evaluaciones de impacto ético

Antes de implementar cualquier sistema de IA, las ONG deben realizar una evaluación estructurada de su impacto ético, considerando posibles efectos en diferentes grupos de interés, riesgos específicos para colectivos vulnerables y mecanismos de mitigación.

Desarrollo de Capacidades

4. Invertir en alfabetización digital

Las ONG deben proporcionar formación básica sobre IA a todo el personal, desarrollar capacidades técnicas más avanzadas en personal clave, fomentar una cultura de aprendizaje continuo y incorporar la perspectiva ética en toda formación tecnológica.

5. Crear equipos multidisciplinares

Es fundamental crear equipos que integren expertos en tecnología, profesionales con experiencia directa en intervención social, especialistas en ética y protección de datos, y representantes de los colectivos beneficiarios cuando sea posible.

6. Establecer alianzas estratégicas

Las ONG con recursos limitados pueden ampliar sus capacidades mediante alianzas con universidades y centros de investigación, empresas tecnológicas con programas de responsabilidad social, otras organizaciones del tercer sector y administraciones públicas.

Gobernanza de Datos y Algoritmos

7. Implementar prácticas robustas de gestión de datos

Las ONG deben desarrollar políticas claras de recolección, almacenamiento y uso de datos, implementar medidas de seguridad, establecer procedimientos para garantizar la calidad y representatividad de los datos, y adoptar prácticas de minimización y anonimización.

8. Garantizar la transparencia algorítmica

Las ONG deben exigir y promover la transparencia en los sistemas de IA que utilicen, documentando claramente los criterios utilizados, optando por modelos interpretables cuando sea posible, estableciendo mecanismos para explicar decisiones algorítmicas y publicando información sobre el funcionamiento general.

9. Implementar mecanismos de supervisión y auditoría

Es fundamental establecer controles que garanticen el funcionamiento ético de los sistemas, con auditorías periódicas, revisión humana de decisiones significativas, canales para reportar problemas y evaluaciones periódicas de impacto.

Implementación Responsable

10. Adoptar un enfoque de diseño centrado en las personas

Los sistemas de IA deben diseñarse considerando las necesidades y limitaciones reales de sus usuarios, involucrando a los beneficiarios en el proceso de diseño, realizando pruebas piloto y adaptando las interfaces a diferentes niveles de alfabetización digital.

11. Mantener siempre alternativas no digitales

La implementación de IA no debe crear nuevas barreras de acceso. Es esencial mantener canales de atención humana directa, ofrecer alternativas para personas sin acceso o habilidades digitales y considerar la IA como un complemento, no un sustituto, de la atención humana.

12. Establecer mecanismos de evaluación continua

El impacto real de los sistemas de IA debe monitorizarse constantemente, definiendo métricas claras de éxito, recopilando feedback regular de usuarios y beneficiarios, comparando resultados con objetivos iniciales y estando dispuestos a modificar sistemas que no cumplan expectativas éticas.

Conclusión: Hacia una IA al Servicio del Bien Común

La inteligencia artificial no es inherentemente buena ni mala, su valor depende de cómo la diseñemos, implementemos y gobernemos. Las ONG españolas, por su misión y valores, tienen una responsabilidad especial de liderar el desarrollo de una IA verdaderamente ética y centrada en las personas.

El camino hacia una IA ética en el tercer sector no es sencillo ni rápido. Requiere inversión en capacidades, colaboración entre diferentes actores, y un compromiso constante con la evaluación crítica. Sin embargo, los beneficios potenciales justifican este esfuerzo.

Las ONG españolas tienen ahora la oportunidad de demostrar que es posible desarrollar y utilizar la inteligencia artificial de una manera que no solo sea técnicamente avanzada, sino también profundamente humana y socialmente responsable. Con un enfoque ético, colaborativo y centrado en las personas, las ONGs españolas pueden asegurar que estas poderosas tecnologías sirvan para crear una sociedad más justa, inclusiva y solidaria.

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